En el último podcast del Triatlón Mundial, hablamos con Marc Austin, medallista de bronce de los Juegos de la Mancomunidad 2018. Conversamos sobre la emoción de tener estos Juegos en su país en 2014, llegar al podio de Gold Coast cuatro años después y la lamentable noticia que recibió durante la cuarentena que las pruebas de los doce meses previos no habían podido confirmar; un problema cardíaco genético lo obliga a retirarse.

Medallista de plata del Campeonato Mundial Juvenil en 2013 y nuevamente pero como Sub23 un año más tarde, Austin tuvo un gran año 2014. El nativo de Glasgow tenía solo 13 años cuando la ciudad fue elegida sede de los Juegos de la Mancomunidad 2014 y su entrenador decidió que ésta podría ser su meta.

“A los 13 años, que te digan que podrías participar en un Juego de la Mancomunidad en tu propio país era una manifestación inmensa de confianza, por supuesto sería mi meta. La línea de largada fue intensa, estaban los hermanos Brownlee, los espectadores, todo fue increíble. Sentí que todo lo que vendría después iba a ser un extra. En ese momento sentí que si me tenía que retirar en algún momento por alguna razón, siempre me quedaría ese día. Todavía pienso que fue mi mejor experiencia en una carrera.”

Poco después, Austin debutó en la Serie Mundial, carrera en la que admite sintió mucha presión y en la que comprobó cuál era su nivel y qué debía mejorar. Su consistencia en 2017 fue muy positiva y lo impulsó a llegar al podio de los Juegos de la Mancomunidad por segunda vez.

“El invierno anterior a 2018 entrené mucho y bien, para Gold Coast específicamente, disfruté esos dos meses con Jess (Learmonth) y Tom (Bishop). Fue interesante para mí ver cuánto había cambiado mi estado en esos cuatro meses. Me sentía más relajado, sabía que estaba en forma y que podría hacer una buena carrera. Fue uno de esos días en que el rendimiento habló por sí mismo.”

Llegar detrás de Henri Schoeman y Jake Birtwhistle, delante de Alistair y Jonny Brownlee y Richard Murray fue evidencia de su preparación y capacidad, pero cuatro meses después, Austin largaría en una competencia ITU por última vez. Luego de más de un año de incertidumbre e informes cruzados sobre su salud, en junio de este año dos doctores confirmaron que sus palpitaciones cardíacas eran una amenaza si continuaba practicando un deporte de resistencia a nivel profesional. A pesar de que sus próximos pasos aún son inciertos, Austin sabe que no está listo para abandonar el triatlón.

“Voy a tomarme unos meses para tomar decisiones, da miedo pensar en decisiones drásticas, pero soy optimista. Definitivamente quiero permanecer en el deporte, hay muchísimas maneras para hacerlo. Sí sé que no quiero que este sea el final de mi relación con el triatlón.”

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