La estadounidense Siri Lindley fue una de las grandes atletas embajadoras del triatlón, y desde entonces, comparte su conocimiento y entrena campeones. Su amor por este deporte pertenece intacto 20 años después de que ganara un Campeonato Mundial en 2001. A mediados de este año, Siri logró vencer completamente la leucemia contra la que luchó desde fines del año pasado. En el nuevo podcast del Triatlón Mundial Siri nos revela la experiencia que le dio aún más determinación y la lleva a promover el poder del optimismo.
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“Fue el mayor desafío de toda mi vida, probablemente la situación más atemorizante a la que me he tenido que enfrentar,” dice Siri Lindley sobre su batalla contra la enfermedad. “Pero estoy tan agradecida, y ayer (Día de Acción de Gracias en los EEUU) fue un gran día para simplemente expresar mi gratitud por el milagro de la vida. Pienso tanto en lo que aprendemos al ser atletas, en todos los desafíos que se nos presentan cuando vamos tras una meta que parece imposible.”
“Estoy feliz porque ya pasaron casi nueve meses del trasplante de médula, y estoy libre de células cancerosas. Estoy viva, el mayor regalo divino que podemos pedir. Me siento bendecida y agradecida de poder estar aquí, teniendo esta conversación, pudiendo decir a todos ustedes, atletas, que lo que desarrollan es templanza, el deporte los enfrenta con ustedes mismos, y esto los ayudará en cada aspecto de la vida.”
Y fue antes del Día de Acción de Gracias de 2019 cuando los doctores le dieron la noticia que cambió la vida de Siri. Este año logró completar sus primeros 5km pedestres a un ritmo que ella dice demuestra gran progreso luego de todo lo que su cuerpo debió padecer en la lucha contra el cáncer.
“Esos 5km en la cinta han sido una experiencia que disfruté más que ninguna otra porque hice algo con lo que había soñado durante todo el año. Mi meta era correr 5km, cuando usualmente corría 10km en menos de 34 minutos. Y lo hice en 31 minutos, por supuesto no se asemeja a lo que estaba habituada, pero no me importa. Que esté corriendo significa que estoy viva y sana.”
Puede sonar que está lejos de los logros que obtuvo en su carrera brillante, pero es parte de la historia de una atleta que se inició tarde en el triatlón, pero que cuando lo descubrió quedó absolutamente prendada con este deporte, tanto como para perseguir un sueño en el que quizás solo ella creía.
“Cuando comencé con el triatlón no sabía nadar, y tenía 23 años. Pero me enamoré del tría, y asumí el compromiso de dedicar mi vida a este deporte. Recuerdo que le dije a mi madre, ‘sabes, quiero ser la mejor del mundo para este deporte’.”
“Y ella me miró y dijo, ‘Oh, pobre hija, está loca si cree que podrá con esto,’ pero yo lo sabía… necesitaba demostrar que podía ser lo que esperaban de mí. ”
Desprenderse de expectativas y enfocarse en lo que podía controlar fue decisivo, como también lo fue enfrentar las situaciones a medida que se presentaban en lugar de seguir patrones habituales.
“Y gané el Campeonato Mundial en 2001… ese día fui una de las últimas en salir del agua…y hasta entonces, si nadaba mal, toda la carrera salía muy mal. Era mi historia. Pero ese día, nunca había entrenado tanto en mi vida, entonces me decidí a revertir las cosas.
“Okay. Nadé mal, pero igual tengo una oportunidad. Entonces bajé la cabeza y me esforcé como nunca e hice lo necesario para acercarme a las punteras. Cambié el enfoque. Monté la bicicleta y pedaleé a toda máquina sabiendo que no había nada que perder. Llegué al cuarto pelotón…luego al tercero…al segundo… Y finalmente, al terminar la última vuelta estaba al frente de la carrera. Creí en mí misma, no me defraudé. Y después corrí con el alma.”
“Michellie Jones, creo que era la número uno del mundo en ese momento, estaba justo junto a mi hombro. Pero nunca me había sentido tan llena de energía, tomé la oportunidad y no me rendí. Y no me dejé influenciar porque había nadado mal. Ese día gané un Campeonato Mundial, fui campeona.”
Entrevista completa en el podcast del Triatlón Mundial por Spotify, Apple and Google.
